¡Gee-zus!

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...El arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, sugirió que la celebración del bicentenario de la Independencia “podría ser un momento privilegiado para crecer en una fructuosa reconciliación”, es decir, que esa fecha marque la discusión y eventual reforma de las leyes que hace 15 años dieron el reconocimiento jurídico a las iglesias y avanzar ahora en el tema de la libertad religiosa, incluyendo la “objeción de conciencia”. Y definió este apartado: “Toda persona tiene derecho a incumplir con una obligación legal y de naturaleza personal cuya realización produciría una lesión grave de la propia conciencia o de las creencias profesadas”.

Bajo este supuesto, todo mundo podría infringir la ley, siguiendo sus 'creencias'. Yo podría matar al Presidente, pues creo que Elvis, quien se sienta a la derecha del Monstruo de Espagueti Volador, me ha dado la misión de erradicar de esta tierra a todo dirigente michoacano. También podría clavarle agujas en los ojos a Norberto Rivera pues las hadas que viven debajo de mi almohada me han dicho que sólo así el cardenal podrá abrir su conciencia ante los designios del unicornio mágico que come bananas rosas y exige sacrificios de corazones de doncellas que vivan en Iztapalapa.

¡¿Qué?! ¡Yo creo en eso, no pueden decirme que no!

Vuelvo a mi tesis de siempre: para que alguien tenga libertad de creencias, lo primero es demostrar sus creencias, y demostrar que estas creencias son benéficas para la sociedad. Digo, los imbéciles que se estrellaron contra las Torres Gemelas CREÍAN que estaban haciendo el bien y que Ala los recompensaría con mil vírgenes para cada uno. Mark David Chapman creía que tenía que matar a John Lennon y Hitler en realidad creía que debía terminar con los judíos.

La iglesia es rápida en hacer notar que los gobiernos 'ateos' de la historia han sido los más sangrientos (los nazis, la Rusia comunista, etc.), pero nunca van al fondo del asunto. No es el ateísmo lo que crea un gobierno asesino: es la irracionalidad de sus creencias. No conforme, el loco éste que cree en un dios que a su vez es Jesús y a la vez es una palomita, añade:

Resaltó que cuando la discriminación religiosa se presenta es “inevitable que se produzcan heridas y enconos que terminan muchas veces en profundas divisiones de la población”.

La iglesia católica debe saber muy bien esto, ya que son los discriminadores religiosos más exitosos del mundo. Habría que recordarle la Inquisición, la quema de brujas, las luchas religiosas en Irlanda, Europa oriental, Palestina, la matanza de indígenas en América, los mitos contra los judíos por cientos de años que derivaron, precisamente, en el Holocausto, etc. Digo, todo un continente se pobló de peregrinos HUYENDO DE LA IGLESIA CATÓLICA. ¿Con qué cara vienen a exigir libertad de creencias? ¿Y con qué vergüenza se hacen los perseguidos y oprimidos?

Si usted encuentra esto minimamente irritante, dele un zape guajolotero a su proveedor de culpas y pecados más cercano. Y pare de mamar.