Sustenta Segob al IFE su negativa a transmitir programa de AMLO
Notimex
01/02/2007 21:32
México, 1 Feb (Notimex).- La Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la Dirección General de Radio Televisión y Cinematografía (RTC), sustentó su negativa a transmitir el programa del PRD denominado "Toma de protesta del presidente legítimo Andrés Manuel López Obrador".
En una carta enviada por el director general de RTC, Eduardo Garzón Valdez, al secretario Ejecutivo del Consejo General del IFE, Manuel López Bernal, se indica que el programa, alusivo a un acto del ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, contiene información "falsa".
"Desde su denominación, se desprende un desconocimiento a las instituciones de la nación, en particular a las autoridades electorales y, muy especialmente, al presidente de la República", explica la misiva con fecha del miércoles 31 de enero.
Señaló que "amén de lo anterior, en este material se observa a un ex candidato a la Presidencia de la República que perdió la elección, que aparece en voz e imagen, ostentándose como presidente legítimo, portando una pseudo banda presidencial, que es de uso exclusivo del presidente de la República en las ceremonias oficiales de mayor solemnidad".
Asimismo, precisó que de lo expuesto se concluye que "la información que se presenta en dicho material es falsa", por lo que de transmitirse se violentaría lo dispuesto en el Artículo 6 de la Constitución y el 4 del Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión, que impone la obligación de informar veraz y
oportunamente.
Igualmente, sostuvo que se vulnera lo dispuesto por el Artículo 3 del citado reglamento, toda vez que en dicho programa no se efectúa un análisis de los asuntos del país desde un punto de vista objetivo, basado en hechos reales o verificables,"pues se exponen afirmaciones subjetivas de quien aparece en el video".
Comentó que en el caso de la libertad de expresión específicamente, las autoridades administrativas y judiciales están impedidas de restringir dichos derechos de los emisores, cuando lo expresado no ataque la moral, los derechos de terceros, no provoque algún delito o perturbe el orden público.
Sin embargo, añadió, es claro que dichas autoridades cuentan con facultades de restringir o acotar dicho derecho, cuando se atacan esos preceptos.
En la misiva, el director de RTC mencionó que "es evidente que el mencionado programa "Toma de protesta del presidente legítimo Andrés Manuel López Obrador", desde su propio título violenta las instituciones del Estado y, por ende, el orden e interés público".
Concluyó que como autoridad responsable de vigilar que las transmisiones de radio y televisión se mantengan dentro de los límites del respeto a la vida privada, a la dignidad personal y a la moral, "no estamos en aptitud de acceder a la petición de difusión de este material".
Lo que más risa (o miedo, vaya usted a saber) me da de esta respuesta es la parte en que
'amén de lo anterior', la labor de la institución es 'vigilar que las transmisiones de radio y televisión se mantengan dentro de los límites del respeto a la vida privada, a la dignidad personal y a la moral'.
Hago una pausa en la discusión política que a esto atañe. ¿Acaso la RTC alguna vez ha procurado por la dignidad, el respeto a la vida privada y sobretodo por la moral?
Cada minuto, segundo, instante que es transmitido por Televisa y TV Azteca es una falta, un delito contra la dignidad, el respeto a la vida privada y SOBRETODO A LA MORAL.
Cada vez que prendo la televisión en un canal de estas emisoras encuentro lo siguiente: escenas de agresión verbal, física, de género, raza, edad, clase social, orientación sexual y política (¿no es lo mismo?), afiliación partidista o religión.
Me entristezco por cada mujer que sale enseñando las tetas, subyugándose, dejándose golpear y humillar en todos y cada uno de esos programas, porque finalmente son actrices que trabajan gustosas por mostrar esa visión imperdonable de su género que ha provocado, aun indirectamente, la muerte de centenares de mujeres reales y dispensables en su mundo de cirugías y perversiones.
Me avergüenza el uso de los niños como utilería, medios por excelencia de la culpa y el desprecio. Da asco que los agredan o traten de pendejos a cada oportunidad.
Encuentro también noticias falsas, manipuladoras, apestando a negocio sucio, a compadrazgo de cantina, a pura mierda comprada y bien pagada.
Me topo en misma medida decenas de programas de 'espectáculos' que venden desde el nuevo romance de Me-vale-madres-quién hasta el cáncer de la mamá de Cualquier-idiota-venido-a-borracho que denigra, violenta y destruye todo aquello que podamos llamar ente moral o de mínimo, persona.
No puedo pensar en un ejemplo más indigno, invasivo y amoral que el negocio de la televisión mexicana. Este país, así en blanco y negro, es el resultado y víctima de una cultura de medios irresponsables, cínicos y podridos en perfecta simbiosis con un gobierno delincuente; predadores de un pueblo que no ve mas que la violencia intrafamiliar de 'Lazos de Amor', el fetichismo vomitivo de Rebelde o la mirada perdida, sin alma del mentiroso Lopez Dóriga. Defensores de su propia moral, como la Iglesia defendiendo a sus curas pederastas.
Que las televisoras mexicanas se traguen el daño que le han hecho a esta cultura tan digna, valerosa y tan tristemente pisoteada por la aplanadora de mentiras y porquería que transmiten.
Amén a lo anterior.