Las nuevas cerraduras me tienen aquí, guardado. La seguridad que he encontrado está hecha de cuatro cerrojos y sus respectivas llaves, Es irónico que el lugar que signifique libertad es aquel que necesite más llaves para entrar en él.
La alfombra guarda vestigios de otra vida, pero yo soy nuevo aquí. No he traído más que lo esencial, y siento un fantasma detrás, de todas esas cosas que han quedado en la casa materna. Tenía poco, ahora en realidad sólo me tengo a mí.
La herrería me sofoca. ¿Acaso predice mi posible intento de saltar por las ventanas? Imposible ahora, no puedo más que ver de frente al gran monte iluminado por miles de hogares igual a éste: fríos, habitados pero vacíos.
La recámara ofrece noches sin sueños aun. No hay nadie que vista mi descanso. A los pocos días estabas tú aquí conmigo y eso fue hermoso. Llenaste el espacio que un día antes me aterraba. Entrelacé mis dedos con los tuyos y eso fue el inicio de la noche nueva.
Más personas van y vienen, trayendo cosas, instalando su oficio en ventanas, techos, pisos, conexiones. ¿Donde viven ellos? ¿Quién creó la comodidad en su hogar?
Esto es el inicio de la vida, la metamorfosis en un capullo con renta fija. El vuelo será fantástico, me imagino, pero esta oscuridad solitaria es infinitamente abrumante.
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2 comments:
ya... no sea quejumbroso
eso déjelo para
doña quejumbres
beso,
la otra...
that nite was just fine
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