Arremete secretario de Estado Vaticano contra el aborto
El secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, reivindicó hoy el papel de la familia, basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, y abogó por "restringir y no ampliar" la posibilidad de abortar.
Defendió la dignidad del ser humano, que implica el respeto a la vida "desde su concepción hasta su ocaso natural" y afirmó que la Justicia sólo puede alcanzarse con un previo respeto a los derechos humanos y a la dignidad natural de cada persona "con independencia de la fase de su vida en que se encuentre".
El Vaticano, en toda su ambigua y etérea gloria, lo entiende todo mal: una familia no es un matrimonio forzosamente, una familia es todo núcleo de hogar que coopera para el bienestar de sus integrantes. Una familia puede estar formada de abuelos y nietos, primos y tíos, hermanos, amigos o amantes.
La dignidad del ser humano no puede basarse solamente en el respeto a la 'vida' (otro término ambiguo y dificilmente definible), puesto que el humano como especie es terriblemente irrespetuoso de la VIDA: matamos animales para comer, para entretenernos, matamos células a destajo; entre cánceres, bacterias y virus, somos los asesinos más sangrientos de la historia del universo.
La dignidad del ser humano, pues, también se comprende como el respeto de la vida de los otros. Esto quiere decir: NO TE METAS EN LO QUE NO TE IMPORTA. La Iglesia debe dejar de decidir por los que no comparten sus creencias.
Toda mujer tiene derecho a decidir sobre su vida y los demás tenemos derecho a no juzgarla. Mientras la Iglesia no pruebe que este acto afecta el curso del universo, puede ir y meterse sus opiniones por el culo, las leyes no deben estar basadas en creencias individuales y ridículas.
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