La historia se detuvo en la puerta
de las ciudades de miseria
bocas quemadas por el silencio
cuerpos sitiados en el vacío
polvo de huesos en el aire.
Hace frío en Portocaliu
un frío de sábado solo
los jóvenes desesperados
bailan solos y desesperados
una música desesperada.
Hace frío en Portocaliu.
Después de la lluvia las calles
caminan al bosque sagrado
adiós ángeles y milagros
adiós relojes detenidos.
En los relojes detenidos
están los signos de otros sueños
las sombras irrecuperables.
La historia no deja pasar
el suave pelaje de los sueños
los sueños no tienen destino
son como un sábado en el aire.
La historia es todavía ajena
no sabe muertes ni abandonos
no sabe de lúgubres casas
llenas de noches y quejidos.
Son muy extrañas esas cosas
que a veces tomamos por ciertas
y hay verdades aborrecibles
en el pozo de la memoria.
Son como vidrios empañados.
Pero alguien limpia los vidrios
del mirador que da a tus ojos
y atisbamos o quisiéramos.
Y la noche se mira en nosotros
desvergonzadamente desnuda.
Omar Lara