September 14, 2009

Oroboros



La música debe ser la cosa más improbable, y por ello más hermosa, del universo.

A través de las galaxias y los hoyos negros y cada centímetro de planetas habitables o inhabitables, la vida se creó por un sinfín de coincidencias inefables. Una de las ramas de esta evolución dio una pequeña flor muy hermosa, la mente humana. Y de esa flor fluyó el elíxir inagotable de la música.

Aún no se sabe a ciencia cierta qué originó a la música. Los rituales del movimiento, la necesidad de expresar emociones sin palabras, la satisfacción de los sonidos nuevos y los ritmos hipnotizantes... otra dimensión de posibilidades dentro del pensamiento que confluyeron armónicamente en el arte más sofisticado y violento.

La música es algo poderoso, a veces lo olvidamos, pero yo lo he visto actuar y lo respeto. He visto llorar a mis personas amadas con una canción, he visto los niños más felices bailar en un jam de jazz y he visto a miles de personas gritar indignadas y a todo pulmón los valores en los que creen y por los que morirían.

En mi propia experiencia, he experimentado con la música todo tipo de emociones; la paz, el enojo, la tristeza y el amor. Al mismo tiempo he descubierto una sensación más, cuyo nombre desconozco: el placer de la música misma. Ese momento en que las notas se funden con tu cuerpo en un verdadero roce de placer, haciéndote perder el control y cantas y bailas y sientes y lloras y te enamoras.

La música para mí es un acto espiritual, me hace trascender el cuerpo. Porque ya no soy yo, soy verdaderamente uno con el tiempo y el universo, con la materia que se mueve entre moléculas desplazadas en la frecuencia del acorde de re viajando de la guitarra a mi oído. Soy alguien más. Ya no éste de ahora, sino el niño que escuchó por primera vez la canción en la voz de su madre, el adolescente que la comprendió, el adulto que la hizo filosofía de vida. .

La música es esencial. Es el oroboros. Sin principio o fin. Existe en el espacio y se desvanece instantáneamente pero sobrevive en la mente de cada humano abierto a escucharla. Y a través de toda la especie se recrea y se reinventa establemente, formando el tejido más fuerte que conocemos. Es algo verdaderamente especial y hermoso.

Como el universo.

1 comment:

Canan said...

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