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Segregan en Facebook a la niña del PRD
Mariana —la niña de siete años que aparece en la campaña electoral 2009 junto a Jesús Ortega y los candidatos del PRD— es el blanco de descalificaciones en diversas comunidades virtuales de internet bajo un esquema de odio y discriminación.
Seamos maduros y asumamos que hay un sólo culpable de este tipo de actitudes: el PRD.
Su estrategia de insertar con calzador a una niña teniendo un diálogo de adultos se les revirtió por razones obvias.
Una, que los votantes ya estamos hartos de discursos idiotas y mal hechos, como si no supiéramos discernir entre un diálogo real y un pésimo guión, pésimamente mal producido.
Dos, que los niños no son carne de cañón para campañas publicitarias a destajo. Utilizar a un niño en un discurso para adultos es una de las cosas más bajas que puede hacer un publicista o mercadólogo. Los niños tienen su propia identidad y sus propios intereses, y uno de ellos obviamente no es discutir promesas de campaña con un cacique de pseudoizquierda.
Tres, que el recurso ya está de plano quemado, entre el niño regañón de la comisión de agua, las niñas antipáticas del papá pirata y también los niños ignorantes del Partido Verde.
La niña en el citado spot del PRD se ve evidentemente acartonada y mamona, y cae mal, porque no necesitamos que nos traten como pendejos, no necesitamos que un partido de imbéciles considere que tenemos la capacidad de análisis de un niño de 8 años, y mucho menos necesitamos que intenten ganarnos presentándonos a una niña como interlocutora, como si eso apelara a nuestro sentido paterno y dijéramos "ah, no, el PRD si es un partido familiar, me cae".
Utilizar menores de edad en discursos ajenos a su edad e intereses es explotación infantil. Ya sabrán los padres de la niña por qué dejaron que utilizaran a su hija en algo tan pendejo, pero el PRD debió haber sabido, desde antes, que su estrategia caería en oídos sordos, y ganarían más aversión que cariño con una idea tan reverentemente estúpida.
Debieron haber previsto, de igual manera, que la vida de esta inocente niña se vería afectada por participar en su campaña.
Paremos de mamar, seamos adultos, y que esto quede como lección para todos los "creativos" mexicanos y su falta de imaginación, para que no vuelvan a usar a un menor de edad para provocar culpas o ensalzar una cursilería de por sí discapacitante en nuestro país.