Cuéntame la historia
que camina en tus ojos
cuando los abres por la mañana
cuando el sol
entra con su aguja de luz
en tus sueños.
*
Queda el temor de que un día roto de ansia
el sol se apague
dejando sólo
levantados como muertos
los árboles
los árboles —cuando pasan tus sueños debajo de ellos—
los árboles —brazos abiertos locos de haber perdido sus hojas—
leña: a los que no quisieron ver la mancha prieta
de cierta noche
devorando la luz
y la vida.
*
Quédate conmigo
querido
te daré de comer
mi hambre no se acaba con sal
mi sed no se acaba con agua
quédate conmigo
te daré el calor del espanto
lo tengo en mi mano
temblando.
Clarisse Nicoïdsky