March 26, 2010

Encuentros fortuitos



En los laberintos de gente vagando, entre los atentos y los furtivos,
por entre las sombras de los troncos y las hojas,
y la somnolencia del sol y los susurros,
te encuentro de repente.

Tus ojos oscuros se vuelven de aquella que te acompaña
y brillan sobre los míos con un deseo radiante.
Claman un "Te amo, ¿en qué estrella has estado?".
Sonríen y se eclipsan.

En silencio, respondo: "Yo también –te conozco-– ¡Te amo!",
y las sombras de los troncos y las sombras de las hojas
se entrelazan con los susurros y los pasos y el sol,
dividiéndonos para siempre.

Conrad Aiken

Original en inglés. 

March 21, 2010

Sin salida



Huelen tu boca
para saber si has dicho
"Te amo".
¡Huelen tu corazón!

Querida, son tiempos extraños.

Castigan al Amor
por las calles
con azotes.

Ocultemos nuestro amor en oscuros armarios.

En este frío y chueco callejón
mantienen vivo su fuego
quemando nuestras canciones y poemas;
no arriesgues tu vida por pensamientos,

Querida, son tiempos extraños.

¡Aquél toca tu puerta a medianoche,
con la misión de quebrar tu linterna!
Ocultemos las luces en oscuros armarios.

¡Atención! Los carniceros cuidan los cruces
con sus tablas y garrotes ensangrentados;

Querida, son tiempos extraños.

¡Extirpan sonrisas directo de los labios
y canciones de nuestros cuellos!

Ocultemos nuestros sentimientos en oscuros armarios.

Hacen barbacoa de canario
con el fuego de lilas y jazmines,

Querida, son tiempos extraños.

Intoxicado con la victoria,
Satán disfruta su banquete en nuestra mesa de luto.

Ocultemos a Dios en oscuros armarios.


Ahmad Shamlou
Traducción de Emmanuel Caballero

March 17, 2010

Desapariciones - 5


De frente a la pared

Él adivina la monstruosa
suma de particularidades.

No es nada.
Es todo lo que es.
Y si él fuera nada, permítanle iniciar
donde se encuentre, y como todo hombre
aprender el lenguaje del lugar.

Pues también él vive en el silencio
anterior a la palabra
misma.


Paul Auster
Traducción de Emmanuel Caballero

March 09, 2010

Sobre un mar de olvido



A veces olvido el sol
hundiéndose en el océano.

El desierto es un puño de arena
sujeto por mi hija.

En su mano
cobija pequeñas criaturas,
rastrea una hormiga, una pulga
marchando sobre cada grano.

Las trae a sitios
que cree seguros.

Una isla de madera,
un haz de zarzamoras,
un continente de hierba.

Las hormigas rojas vienen sobre ramas,
los escarabajos de papa
en el doblez de un diario.

Ella intenta ayudarles
antes que la marea
conquiste sus vidas.

Sabe de las familias
que se vencen como manos
ante un horizonte de tanques avanzando.

Aquí la guerra es sólo materia impresa.

Qué fácil es no pensar en ella
mientras dormimos bajo un cielo quieto,
dejándonos en la espuma, en las olas
irresponsables apareciendo sin término.



Kelli Russell Agodon
Traducción de Emmanuel Caballero