Cake debe ser la banda más menospreciada del rock. Tal vez sea por su mezcla esquizoide de country, funk y banda de covers, tal vez por sus portadas serigrafiadas a dos tintas con imágenes de
clip-art, o su vocalista genio-loco pelón vaquero.
Aun así, qué banda que no fuera fantástica podría incluir tres covers en un sólo disco, uno de Willie Nelson, otro al bolero 'Quizás, Quizás, Quizás', y a
'I Will Survive', este útimo compitiendo por el mejor cover jamás hecho en mi lista.
Sólo ellos pueden tener una canción sobre el ego malvado de un cantante de opera,
otra sobre la tierra de los
race-car ya-ya's, donde no puedes cambiar de carril, donde los dados de peluche cuelgan del retrovisor como testículos,
una canción sobre una chica de falda corta y abrigo largo, zapatos que cortan y ojos que arden como cigarrillos,
otra sobre un corredor que no puede dejar de correr terminada la competencia, pues su amada esta sola, toda sola en tiempos difíciles,
y la mejor canción sobre México, a donde se va para olvidar el amor pasado como si se huyera de un crimen.
Cómo, si no fueran la pura hostia, una banda con nombre de repostería rockearía con trompetas al ritmo de boleros. ¿ Cómo?