Bienestar artificial

Es indignante e irresponsable que ante una crisis de escasez de agua anunciada en mayúsculas por el jefe de gobierno de la ciudad, su respuesta sea montar sus demagógicas playas artificiales.

Por algo al agua se le llama LÍQUIDO VITAL. Porque con ella la gente vive: tomándola, usándola para lavar y preparar sus alimentos, bañándose (esencial para la salud) y limpiando su casa.

VITAL no incluye darse un fin de semana 'en la playa'. La lógica de Ebrard: las abrimos porque el 70% de los capitalinos no tiene recursos para salir de vacaciones.

¿Sabe qué es más importante, señor cretino? ¡Que ese 70% tenga agua potable en sus casas!

Calcúlenle: en una de las playas artificiales hay 11 albercas (y según los publicistas del GDF, ¡ahora son más grandes!) al descubierto, con una afluencia de 6,000 personas por día. Son nueve playas en total. ¿Se imaginan cuántos metros cúbicos de agua se necesitan para mantener esas albercas 'limpias' durante toda la semana? Eso, además del dinero gastado en acarrear toneladas de arena que bien podría usarse en contratar pipas de agua que den abasto a las colonias más afectadas.

Cínicamente, Ebrard llama a la población a cambiar los hábitos de consumo y cuidado del agua. Regla número 1: si no tienes agua para tomar, no uses la poca que hay para algo tan pendejo como echarte unos bucitos.

Habría que ir este fin de semana a casa de Ebrard para ver si tiene agua o no. Seguro él sí tiene, y seguro nos va a dejar a todos pasar a bañarnos y por unas cuantas cubetas de paso. Sería nuestro paraíso artificial, ¿y por qué no?, si el 98% de la población no tiene los recursos para vivir como el carnal Marcelo... ¡completamente justificado!

Criminal.

Pueden robarse la imagen y pegarla donde ustedes quieran
(siempre y cuando sea con pegamento soluble al agua, jojo)