June 10, 2009

En algún lugar al que no he ido, felizmente más allá



En algún lugar al que no he ido, felizmente más allá
de toda experiencia, tus ojos tienen su silencio:
en tu gesto más frágil hay algo que me arropa
y es intocable de tan cerca,

la mirada más liviana me descubrirá
aún si me he cerrado como un puño,
tú me abres, pétalo a pétalo, como abre la primavera
(tocando, con destreza misteriosa) la primera rosa,

o si prefieres clausurarme, yo
y mi vida nos apagaremos hermosa, súbitamente,
como el corazón de la flor imaginando
la nieve cayendo en todas partes, cuidadosa;

nada en el mundo sensible se equipara
al poder de tu intensa delicadeza, cuya textura
me conmueve con el color de sus tierras,
dejándose a la muerte y eternidad en cada respiro

(yo no sé qué de ti es lo que se abre
y se cierra, algo en mí entiende
que la voz de tus ojos es más profunda que las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas.



ee cummings
Traducción de Emmanuel Caballero

1 comment:

Anonymous said...

ni siquiera la lluvia