"¡¡Hay que defender a los más vulnerables, a los más indefensos!", claman el Cardenal, el Procurador, el Ombudsman, las diputadas popis y Serrano Limón cuando hablan sobre penalizar el aborto.
¿Pero qué dicen sobre los 20 mil niños que sufren de explotación sexual, o sobre los otros 7 millones que sufren de violencia familiar, o los 13,000 que viven en las calles (solamente en el Distrito Federal), o los 460,000 menores que deben trabajar, o los 2 millones y pico de niños que no van a la escuela?
Nada, no dicen nada. Si tienes un segundo de 'concebido', eres sagrado, pero si tienes 4 años, estás jodido. Y eres muy sensual...
Esos defensores incondicionales de la vida tienen un criterio muy raro para poner el grito en el cielo sobre las cosas que no les deberían importar (como el largo de una falda), y callar sobre los problemas más graves. Tal vez porque una gran cantidad de esos abusos sexuales los están cometiendo los curas o los judiciales. O tal vez, sencillamente, porque ayudando a esos niños no estaríamos pisoteando a ninguna mujer... ¿y de eso se trata, no?
August 27, 2008
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