Acabar con la violencia requiere renovación moral de la sociedad: Arquidiócesis
México, DF. La Arquidiócesis Primada de México advirtió que para ganar la guerra contra la violencia y la inseguridad no basta echar mano de la policía y del Ejército, sino que se requiere de una renovación moral de la sociedad incluida la Iglesia que no es inmune a los males que sufre el país.
Asimismo se quejó de la ausencia de la formación cristiana y moral en los hogares y colegios, porque en su opinión contribuye a la descomposición social.Indicó que parte del "apocalipsis" que la sociedad mexicana está despertando se debe en buena medida a que se entendió mal la laicidad del Estado y se promovió una descristianización en la que se arrancaron valores fundamentales como el de la familia.
¿Qué es más vacío que un discurso político? ¡Un discurso religioso! En toda esta discusión de la inseguridad, hay algo seguro: la iglesia no tiene nada que opinar al respecto. No sólo porque ellos han sido partícipes de la corrupción y la ilegalidad (sí, Don Norberto, proteger a curas pederastas también es un crimen), sino porque sus argumentos son fácilmente refutables.
Ya decía Arthur C Clarke que 'la tragedia más grande en la historia de la humanidad es el scuestro de la moral por parte de la religión' y es que las morales religiosas no ofrecen, realmente, razones morales para el bien común, sino sugerencias más que vagas para temer una retribución divina (que puede bien existir o no).
Ignora la Arquidiócesis las estadísticas que muestran la correlación entre los pueblos más religiosos y sus índices de criminalidad y viceversa: los países menos religiosos son los más equitativos, más funcionales y con menos crimen. Pero no hace falta ir muy lejos: pregúntenle a cada delincuente si es o no religioso. Hagan una encuesta en las cárceles del país y pregunten cuántos creen en la Virgen de Guadalupe. La respuesta, predigo, será casi idéntica. Todos son creyentes.
¿Creer en Cristo evita que la gente haga cosas malas? Al parecer no. De hecho, creer en espíritus y fuerzas sobrenaturales es un incentivo para obrar negativamente. Siempre existe, porqué no, la bendición de San Judas, Malverde o la Santa Muerte.
He aquí la relación: si uno cree en dinámicas sobrenaturales del universo, las cosas terrenales carecen de valor. Así es como uno comienza a creer que tiene derecho a estrellar un Boeing contra un rascacielos. Por el contrario: si uno valora a las demás personas como seres biológicos idénticos a uno mismo, no hay forma de despreciarlos. Todos somos iguales.
Decir que la violencia que se vive en México es resultado de las políticas que fomentan el homosexualismo, el divorcio o el aborto es demostrar, sin tapujos, que se es un cretino. Esto querría decir que las mujeres de 15 años, los homosexuales y los hijos de divorciados son los más criminales y eso si no me lo trago. En cambio, estoy seguro que la mayoría de los narcotraficantes son hombres de fe. De hecho, hay pruebas de que ellos son de los principales mecenas de la iglesia. La misma iglesia que se reúne con la alta clase política para darle su bendición a cuanto desfalco se les ocurra.
En algo tiene razón la Iglesia, y es que ellos, más que nadie en México, deben renovarse moralmente. Deben, por ejemplo, dejar de decir mamadas como 'que la Virgen de Guadalupe nos proteja a todos', porque eso sólo aplaza las acciones necesarias y elude las responsabilidades personales. Debe dejar de amenazar a la gente con la excomunión, porque igual se la aplica a una niña embarazada que a un sicario multihomicida. ¿Qué, son lo mismo, señores curas? No jodan.
Deben entender, finalmente, que su organización (así como las otras religiones) es una de las más criminales del mundo: condenando a muerte a millones de personas enfermas con SIDA, incitando a la violencia social en países con conflictos religiosos, abusando de monaguillos impunemente, manteniendo a las mujeres en estados críticos de sumisión, atacando estilos de vida distintos por más inocuos que estos sean, etc.
¿No es la Biblia el recuento más grande de crímenes impunes en la historia? Hijas entregadas a pervertidos para defender ángeles, infanticidios, genocidio rampante, misoginia, exterminio social, odio, ira, venganza divina... ¿Esta es la única fuente viable de moralidad en el mundo?
Con razón estamos como estamos.
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